Una santafesina dentro de los «jóvenes líderes» seleccionados por una comisión internacional
Magdalena Deb habla con convicción y cierta dulzura, no le resulta difícil expresar lo que piensa y decirlo con amabilidad. Desde pequeña convive con la pasión artística heredada de sus padres y el gusto por los números que descubrió en el colegio Nuestra Sra. del Calvario. La integralidad que desprende su voz conformaron las virtudes que, según ella, la hicieron merecedora de la distinción «Joven Líder» correspondiente al programa de becas que entrega la Comisión Fulbright de los Estados Unidos junto al gobierno de la Argentina.
La joven tiene 25 años y es ingeniera industrial graduada en la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral. Vive en el barrio 7 Jefes de la ciudad de Santa Fe junto a sus padres y su hermano menor. Y actualmente trabaja como Project Manager en una multinacional radicada en Argentina pero con clientes de todo el mundo.
«Es un honor haber sido seleccionada. Participar de esta experiencia lo tomo como algo súper gratificante que me va a enriquecer tanto a nivel personal como a nivel profesional. Además lo tomo como una oportunidad de representar a la UNL y a nuestra ciudad, porque me siento profundamente conectada con nuestra comunidad académica y las oportunidades que nos brinda Santa Fe», contó Magdalena con entusiasmo.
La selección de «Jóvenes Líderes» alcanzó a 37 argentinos, dentro de los cuales se encontró Magdalena. La distinción los hizo beneficiarios de la posibilidad de participar del seminario «Estados Unidos en la actualidad, la base de tu política exterior e interna», que consistió en una semana de cursado intensivo en la Universidad de San Andrés, de la ciudad de Buenos Aires, sobre las bases de la política económica norteamericana y la relación bilateral con nuestro país.
«Fue una gran oportunidad poder tomar clases con profesores altamente reconocidos como Michael Flamm, quien estudió Historia en Harvard University y luego obtuvo un Master y un Doctorado en la misma disciplina en Columbia University, y Tom Zeiler, quien es el Director Interino del Centro de América Occidental (Center of the American West) en la Universidad de Colorado, Boulder», dijo la joven.
Mirada integral
La Comisión Fulbright beca a todos los años a los «jóvenes líderes» para participar de un seminario internacional destinado a ciudadanos argentinos que sean graduados recientes en áreas consideradas prioritarias como ciencias básicas, las ingenierías, las ciencias sociales y humanas, en especial: la educación, la administración pública, la ecología.
La joven contó que años anteriores se había postulado para recibir la beca pero que no logró ser seleccionada. Para este año dijo que «tenía más esperanzas porque ya había terminado la carrera», aunque todavía perduraban sus dudas en ser elegida porque «son muy exigentes a la hora de hacer la selección».
Las solicitudes de los postulantes son evaluadas, en primera instancia, por especialistas de cada área y personal de la Comisión. Luego los preseleccionados son entrevistados de forma presencial por el Comité de Selección que se reúne por única vez en Buenos Aires. Las entrevistas ponen énfasis en la excelencia académica, el potencial de liderazgo, la capacidad para compartir ideas y el dominio de inglés. Basándose en las recomendaciones del Comité, el Directorio de Fulbright Argentina selecciona a los finalistas y los somete a consideración del Directorio del Programa Fulbright en Estados Unidos, quien otorga la aprobación final.
En relación a los motivos que cree que la llevaron a quedar seleccionada esta vez, Magdalena manifestó: «Creo que tuvo mucho que ver la mirada integral que aporta mi formación en ingeniería y la actividad a la que me dedico hoy en día que me exige estar al tanto de cuestiones globales de los mercados. También, el hecho de ser de una provincia del interior, por el carácter federal que tiene la selección. Y el hecho de tener un buen nivel de inglés que hoy es un requisito indispensable para este tipo de actividades internacionales».
Decisiones y experiencias
La joven encontró su elección por la ingeniería en la estimulación artística recibida en su hogar y el interés temprano por la ciencia que le despertó la escuela: «Me acuerdo que cuando les conté que iba a estudiar ingeniería, no me creían porque siempre me vieron por el lado de las ciencias humanas porque me gusta mucho lo artístico, en mi casa siempre hubo instrumentos, pinturas, estudié baile desde chiquita y hoy me encanta ir al teatro, al cine y a los museos. Pero en la escuela empecé a darme cuenta que me gustaba estudiar ciencias, matemática, física. Creo que por eso terminé decidiendo por ingeniería industrial que es la más integral de las ingenierías, tiene gran amplitud en la oferta laboral y se está en contacto con personas».
En la Universidad, pudo completar la carrera a término, algo bastante difícil de encontrar en esa especialidad. «Fuimos en una camada que fuimos bastante al día, creo que fue porque teníamos un grupo muy bueno, que fuimos siempre a la mano y todos bastante al día con el plan de estudios», dijo.
Los últimos años de la carrera estuvieron atravesados por la pandemia, sobre lo que recordó que «fue raro al principio porque los últimos años suelen ser más ricos en el sentido de la presencialidad, pero creo que eso nos curtió con la digitalización de un montón de procesos».
De la experiencia pandémica, rescató la preparación obligada en nuevas tecnologías para nuevas modalidades de trabajo como el que hoy desempeña de forma remota. «Tuvo su parte caótica porque era algo nuevo para todos, pero nos llevó a incorporar herramientas que después fueron muy útiles en nuestros trabajos que necesitamos mucho de las computadoras».
Comisión Fulbright
El programa de becas Fulbright se inició en 1946 con el objetivo de crear un intercambio educativo y cultural que promoviera el entendimiento entre los estadounidenses y otras sociedades. En la Argentina, el programa se inició en 1956 con la firma de un convenio de intercambio entre los dos países. Actualmente, son 150 países los que participan del Programa Fulbright, y aproximadamente 300.000 personas de todo el mundo se han beneficiado de esta beca desde su inicio.
Reflexión y consejo
Consultada sobre su opinión respecto a la actualidad del país en relación a los jóvenes que están estudiando o se encuentran recién recibidos, Magdalena sostuvo: «No hay dudas que hoy el país está en un momento crítico. Sin embargo, creo que tenemos un potencial enorme para explotar. Y creo que como jóvenes, graduados o estudiantes, debiera ser uno de nuestros principales motores el querer mejorar y poder generar las bases de desarrollo para que las cosas estén mejor».
Como recomendación para quienes están cursando alguna carrera o están pensando en estudiar alguna, dijo: «Creo que es primordial elegir con lo que a uno más le gusta, lo que nos resulte más fácil de estudiar o lo que genere más curiosidad. Pero también considero que hay que tener una perspectiva en cuanto a lo que se necesita para el futuro como todo lo relacionado a las ciencias de la información, las biotecnologías, las ingenierías ambientales entre otras. Hacer una carrera universitaria no es fácil, pero por surte Santa Fe proporciona un montón de carreras y especialidades, y además hay muchísima gente que está recontra dispuesta a ayudar con lo que uno necesite si uno busca información, meterse a investigar o sacarse dudas que es algo fundamental durante los primeros años».
