Se considera una aliada del kirchnerismo. Rescata políticas de Perotti pero cuestiona otras.
Renunció al Poder Judicial -fue jueza penal- para ser candidata a diputada nacional, llegó a la banca y acompañó a Omar Perotti en la fórmula que ganó la provincia en 2019; compitió por la senaduría nacional dos años atrás y ahora acompaña como candidata a primera diputada al binomio Marcos Cleri – Alejandra Obeid. La charla con Alejandra Rodenas. Se considera una aliada del kirchnerismo. Rescata políticas de Perotti pero cuestiona otras.
– ¿Por qué quiere ser diputada provincial?
– Algo fundamental y central en mi vida es la palabra y la acción. Soy una convencida que las Cámaras son un excelente lugar para generar una discusión que fortalezca la democracia, para darle sentido y perdurabilidad a las políticas de Estado. Se pueden tener políticas de Estado maravillosas, definidas por el Ejecutivo, pero si no están normativizadas se pierden en el tiempo. Quiero recuperar eso que tuve en el 2017 en el Congreso Nacional, voz, decisión, una forma de trabajar, y sobre todo un decir, pero también un hacer en términos normativos. Las normas, además, tienen que ser de buena calidad y eso hace a la calidad democrática.
– ¿Por qué acompañando la fórmula de Marcos Cleri y Alejandra Obeid?
– El espacio tiene un sentido estratégico. Me considero una aliada estratégica del kirchnerismo. Siendo diputada nacional tuve un vínculo muy aceitado con distintos actores de la política nacional, entre los que estaban miembros de La Cámpora como Wado De Pedro, Mayra Mendoza, Florencia Raverta. Funcionamos como interbloque especialmente en acciones muy fuertes como resistir el acuerdo de Macri con el FMI, la retracción de derechos laborales y previsionales. Se gestó una muy buena relación en términos ideológicos y en términos personales. Esos vínculos hicieron posible este armado a nivel provincial. El gobernador tomó la decisión de conformar una lista de diputados con sus funcionarios de confianza, me planteó armar una colectora y creí que no estaban dadas las condiciones para ese lugar. La propuesta me la hizo Wado de Pedro, avalada por Cristina Fernández de Kirchner y me la transmitió Florencia Carignano. Es para generar una ampliación de la base de sustentación de La Cámpora en Santa Fe. No es una lista de la Cámpora, es una lista que lleva a un referente de la Cámpora -Marcos Cleri- y que en la conformación de los diputados estoy con Germán Bacarella más Jacqueline Balangione con la que tengo un muy buen vínculo y que ha hecho un gran trabajo en el Servicio Público de la Defensa.
– En dos años, en dos elecciones, va en listas diferentes a Omar Perotti
– En 2019 llegamos al gobierno en una coalición. Nunca formé parte del perottismo ni de Hacemos Santa Fe. Las coaliciones tienen eso y te dan libertades también. En muchas de las políticas públicas no he estado de acuerdo, y en algunas sí. Rescato las políticas que tienen que ver con el modelo productivista, las políticas de género. En otras estoy en franco desacuerdo, por ejemplo con las políticas de seguridad. Tenía la gran ilusión de aportar lo que había sido mi expertise en el Poder Judicial. Fui jueza penal en aquellos años difíciles donde el narcocrimen toma el volumen. Lo digo sin acusación a nadie en particular. Es un problema estructural a la que no le podemos poner una fecha de inicio y es muy presuntuoso poner una fecha de finalización. Superarlo va a requerir un acuerdo y de un pacto entre todos los sectores políticos. Por eso me interesa mucho la cuestión legislativa, me interesa que discutamos verdaderas leyes de seguridad. Leyes de seguridad que estén entramadas con políticas de Estado de salud, educación, desarrollo, inclusión. La seguridad no se discute solamente poniendo en crisis el rol de la policía, pidiendo más refuerzos de fuerzas federales, o planteando un mejoramiento de la justicia federal. Esto tiene que estar pero la trama narco-criminal se la disuelve con un programa de gestión en seguridad que es un programa normativo, un programa legislativo. Y tiene que ser pensado para que gobierna quien gobierne ese programa funcione. No es solo de dos o tres años. Hay que decírselo a la gente con toda claridad, hay que sincerarse. No es con enunciados heroicos.
Por eso la normativa debe ser fuerte y tener territorialidad porque Santa Fe es muy diversa.
Mi ilusión frustrada fue acompañar ese proceso. No fui parte de las decisiones que se tomaron en materia de seguridad. Aclaro que la disputa electoral con el gobernador no significa una pelea personal.
– Y además de seguridad
– Es frustrante que no haya salido aún una ley de educación sexual integral (ESI) para acompañar los programas de políticas públicas de género. Para la futura ley hay que escuchar a todos los sectores. Una ESI abierta al diálogo de todos los sectores, como fue lo de la ley de paridad a la que no voté, pero motoricé.
– Ahora, casualmente el cuerpo que usted preside por la Constitución es el que pone los reparos a la ESI ya que Diputados la votó varias veces
– En el Senado hay un muy buen proyecto de (Armando) Traferri y hubo resistencia por parte del radicalismo para aprobarlo. En el tema ESI hay objeciones que tienen que ver básicamente con la ideología de género, que para mí no es tal, hay que ponerlo a consideración de los distintos sectores, y sobre todo los vinculados con iglesias, con escuelas privadas, que sienten que puede haber una suerte de avasallamiento de sus derechos, de privacidad, o en todo caso, de lo que deben estudiar los alumnos en los colegios de determinada característica.
El otro tema que a mí me interesa es el de las políticas de cuidado, hay que hacer una puesta en valor de las políticas de cuidado. También el boleto educativo gratuito debemos discutir si puede ser solamente una decisión de Ejecutivo o tener una ley. Hay que darle fuerza de ley porque es una política pública muy exitosa. La Billetera Santa Fe fue una política exitosa, que ahora está desactualizada. El Nueva Oportunidad, el Incluir deben tener fuerza de ley para que tengan consistencia en el tiempo.
Me importa pensar cómo los legisladores le podemos devolver a una sociedad que está cansada, que siente que hay promesas que han sido incumplidas -y que tiene razón- como la política puede reversionarse en una política de mejor calidad. Que estos 40 años de democracia se vea reflejada en leyes de mejor calidad que garanticen programas de gobierno a mediano, corto y largo plazo. Esto que ha hecho siempre el peronismo: planificar, planificar y planificar con un Estado presente, un Estado que pueda pensarse o resignificarse. Hoy el Estado está francamente en crisis porque está teniendo que afrontar una deuda tomada por una ideología vinculada a la protección de los intereses económicos, financieros extranjeros. Un empréstito que no ingresó para rutas, obras, sino que ingresó al mercado para blanquear dinero y para luego salir beneficiando a los amigos del poder. Un Estado presente que en sinergia con el sector privado.
Diferencias
«Las diferencias con el gobernador tuvieron que ver con las políticas de seguridad y también sobre cómo se posicionó a nivel nacional. Nosotras, las vicegobernadoras o vicegobernadores construimos un espacio de reflexión donde nos expedimos en relación a la deuda con el FMI, laware, la Corte Suprema de Justicia especialmente sobre la decisión con el Consejo de la Magistratura. Opinamos sobre judicialización de la política y la politización de la justicia. No me gustan las generalizaciones, hay sectores del Poder Judicial y de los medios de comunicación que han jugado un partido profundamente antidemocrático. Perotti no se posicionó».