Más problemas para Twitter: discográficas le exigen 250 millones de dólares

Entre los demandantes aparecen compañías de peso como Sony, Warner y Universal. Alzan la voz por supuestas “infracciones masivas de derechos de autor”.

Más problemas para Twitter: discográficas le exigen 250 millones de dólaresLinda Yaccarino, nueva CEO de Twitter, deberá hacer frente a la queja judicial.

Una coalición de discográficas presentó esta semana una demanda contra Twitter por supuestas “infracciones masivas de derechos de autor”. En el grupo aparecen peces gordos de ese negocio, entre ellos Warner Music, Universal Music y Sony Music. La noticia se da a conocer en un presente de profundos cambios en la red social, que ahora tiene una nueva directora ejecutiva tras la revulsiva estadía de Elon Musk en ese cargo.

La industria musical contra Twitter: los detalles de la demanda

Los 17 demandantes, todos ellos editores de música, exigen a Twitter el pago de 250 millones de dólares por daños. Las empresas involucradas poseen los derechos de artistas como Adele, Taylor Swift y Drake, entre otras celebridades de la industria.

Según informó Los Angeles Times, X Corp, la empresa de Elon Musk que controla a Twitter, es la única apuntada en la demanda.

“Twitter ya no puede esconderse”, dicen los demandantes

“Twitter es la plataforma de redes sociales más grande que se ha negado por completo a licenciar millones de canciones en su servicio”, señaló David Israelite, director ejecutivo de la National Music Publishers’ Association que opera en Estados Unidos desde 1917. En un comunicado, agregó que la empresa que dirige Musk “sabe muy bien que miles de millones de personas filtran, lanzan y transmiten música todos los días en su plataforma”, y advirtió que “ya no puede esconderse y negarse a pagar a los compositores y editores de música”.

“Twitter es la plataforma de redes sociales más grande que se ha negado por completo a licenciar millones de canciones en su servicio”, dijo uno de los demandantes.

Según la Ley de Derechos de Autor de la Era Digital (DCMA, por sus siglas en inglés) las plataformas en línea tienen protección contra acciones de derechos de autor sobre el material que suben los usuarios, siempre y cuando se esfuercen para eliminar ese contenido y sancionar a los infractores.

“Twitter afirma además que elimina rápidamente el contenido en respuesta a reclamos válidos, casi siempre dentro de las horas posteriores a los informes iniciales. Pero la realidad es que es complaciente con los infractores reincidentes conocidos (…) y se niega a tomar medidas para frenar estos casos específicos de infracción de los que tiene conocimiento”, se lee en la demanda.

La industria musical vs. Twitter: el pleito es anterior a la era Elon Musk
Tal como nota la fuente, el enfrentamiento entre las discográficas y Twitter no es nuevo; en rigor, es previo a la llegada de Elon Musk a la firma californiana. En una audiencia de 2020 ante el Subcomité Judicial del Senado estadounidense, la Recording Industry Association of America acusó a la red social de microblogging de no tomar medidas para detener la “piratería a escala industrial”.

La respuesta de Twitter: un emoji de caca

Tal como ha ocurrido en los últimos meses, al enviar consultas al correo oficial del departamento de prensa central de Twitter, la respuesta es un emoji de caca. No es chiste: Musk desmanteló muchos de los equipos de la compañía, entre ellos el dedicado a las interacciones con periodistas y medios de comunicación. Al enviar un email a esa casilla, una réplica automática envía el particular dibujo.

Mientras tanto, Twitter atraviesa jornadas fundamentales para su restructuración. Tras la compra de la empresa por parte de Musk, que pagó 44.000 millones de dólares y tomó las riendas en octubre de 2022; el magnate entregó el mando a Linda Yaccarino, una mujer con experiencia en medios y anuncios.

Se espera que la nueva directora ejecutiva encare un acomodamiento de la firma –y de la propia red social, por supuesto-, después de un liderazgo de Musk que sacudió al universo tuitero, con despidos masivos de personal y cambios en la plataforma que privilegiaron a la versión Blue, que requiere el pago de una suscripción.

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