Existen distintos tipos de enfermedades que producen afecciones en la piel.
El cuidado de la piel cobró una gran importancia en los últimos años. Debido a esto, se dieron a conocer diferentes enfermedades que antes no eran tan reconocidas. Las manchas blancas tienen que ver con una afección cutánea que muchas personas sufren y cuyo origen no termina de quedar claro.
Estas manchas se presentan en todos los tipos de pieles cuando las células muertas quedan atrapadas bajo su superficie. Sin embargo, la despigmentación o pérdida de color, entre otros aspectos, son dos de las causas más frecuentes por las que pueden aparecer.
Manchas blancas: cuáles son las más comunes
Las manchas blancas pueden manifestarse en cualquier momento y en cualquier tipo de piel. En caso de sufrirlas, los especialistas aconsejan hacer un seguimiento de su evolución para dar con el tratamiento adecuado.
- Hipomelanosis
Es consecuencia de una pigmentación severa que se da, sobretodo, en las zonas de la piel que con mayor frecuencia se exponen a los rayos UVA y UVB. Pese a no presentar ninguna sintomatología, reflejan el envejecimiento cutáneo. Se pueden prevenir con el uso de protector solar y reduciendo la exposición al sol.
- Dermatitis atópica
Esto sucede cuando una zona de la piel se irrita, generando una mancha de pigmentación más clara, además de escamas y sequedad.
- Pitiriasis Alba
La Pitiriasis Alba es una afección de la piel que provoca manchas rojas y escamosas que, cuando se curan, en ocasiones se convierten en manchas blancas.
- Pitiriasis Versicolor
En la mayoría de ocasiones es provocada por hongos que repercuten directamente en la pigmentación cutánea, creando manchas de color blanco.
- Vitiligo
Es una enfermedad cutánea de origen incierto (aunque puede deberse a factores genéticos), en la que se sufre de una falta de pigmentación, consecuencia de la falta de células que generan melanina.
- Milia
Se pueden presentar en cualquier parte de la piel, y son pequeños «granos» llenos de líquido, que no producen ningún dolor o síntoma. Surgen cuando la queratina no consigue salir a la superficie de la piel, o como traumas ocasionados por otros problemas, como la dermoabrasión o el efecto secundario de algunos medicamentos.
Fuente: Ambito