El grado de avance de obra es del 70 por ciento y debería finalizar en agosto. La renovación fue profunda y se necesitó un refuerzo estructural. Nace el Museo de las Mujeres Santafesinas.
a antigua casa de Josefa Raimunda Hermenegilda Díaz y Clucellas, más conocida como Sor Josefa, está pronta a volver a relucir, en San Luis y La Rioja, una de las esquinas más antiguas de la ciudad. La vivienda de aproximadamente 1850 es Patrimonio Histórico Provincial desde 1998, fue declarada de Interés Cultural Municipal en 2002, y fue sujeta a expropiación por ley en 2006. Se trata de uno de los pocos ejemplos edilicios que se conservan en la ciudad de la arquitectura domestica del periodo republicano. Pasó décadas de abandono, corrió riesgo de derrumbe, hasta ser beneficiada con una trascendental obra de restauración que la mantendrá en pie. Para ello fue necesario realizar un refuerzo estructural de la vivienda. Y en poco más de dos o tres meses debería estar lista para transformarse en el nuevo Museo de las Mujeres Santafesinas, en homenaje a quien fuera su dueña, la protopintora costumbrista con firma latinoamericana Sor Josefa (Santa Fe, 13 de abril de 1852 – Villa del Rosario, 24 de septiembre de 1917).
Se trata de una casa que en el siglo XIX era modesta, del suburbio, de la periferia. Pero con el crecimiento de la ciudad y el avance de la modernidad, tiene hoy una ubicación privilegiada frente al Palomar y el Puerto, en una de las manzanas más codiciadas de Santa Fe, y con una de las pocas calles de adoquines que persisten, al frente. Sobre la terraza de la esquina pintaba Sor Josefa sus cuadros, con el río Santa Fe en el horizonte.
La vivienda presenta «un planteo simple en «L», de habitaciones corridas y abriendo a una galería. Los sucesivos cambios de usos a través del tiempo produjeron transformaciones importantes en su distribución interior. Sin embargo, hacia el exterior su configuración conserva los rasgos de la época, de un importante valor histórico y patrimonial.
El Litoral dio cuenta a lo largo de las últimas décadas de cómo los sucesivos gobiernos provinciales y municipales transcurrieron sin restaurar de forma definitiva la casa que, según los peritajes, corrió riesgo de derrumbe. Hubo promesas, disputas políticas, licitaciones truncas; pasó de mano en mano de la provincia al municipio y viceversa, a través de comodatos, y nadie hizo nada. Incluso la casa fue intrusada por ocupas. Hasta que la actual gestión provincial decidió restaurarla para salvarla de un posible derrumbe, y volver a darle vida. Así fue como tras la licitación pública y posterior adjudicación a la empresa MT SRL, el 1 de junio del año pasado se cortó la cadena del candado que la clausuraba y comenzó la restauración.
La restauración
La obra que se está ejecutando desde entonces «tiene un avance del 70 por ciento», dijo Ileana Rossi Seluy, directora provincial de Arquitectura e Ingeniería, dependiente del Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat. La misma contempla una intervención completa de restauración y puesta en valor de la totalidad de las fachadas exteriores e interiores del edificio, cubierta de techos, patio e interiores. Detrás de los cartelones de obra ya observan desde la calle los detalles de la fachada que fueron restaurados. En otro sector todavía no revocado también se ven detalles de la antigua construcción, con grandes ladrillos colocados en forma vertical.
En el interior de la casa se están terminando detalles, con piso y techos nuevos. En el patio quedaron las antiguas aberturas apiladas, al igual que las losetas del viejo cielorraso. Todo fue reemplazado a nuevo.
Además fueron necesarios trabajos para revertir el estado que afectó y comprometió la estructura portante del edificio y la estabilidad del conjunto, de manera tal de restablecer la seguridad integral del inmueble y dar cumplimiento a lo establecido por las ordenanzas de la Municipalidad de la ciudad de Santa Fe.
«Es una obra que viene a muy buen ritmo, pese a estas dificultades que se fueron encontrando»
Ileana Rossi Seluy, directora provincial de Arquitectura e Ingeniería
Refuerzo estructural
Por ello fue necesario realizar dos obras adicionales. El primero fue un trabajo de refuerzo estructural previo a desarrollar el proyecto ejecutivo. «Este problema no se pudo detectar hasta desmantelar la vivienda y se tuvo que hacer para dar comienzo luego a la obra», explicó Rossi Seluy, durante una recorrida de obra junto a El Litoral.
El segundo trabajo adicional que no estaba previsto en el proyecto tiene que ver con el destino que tendrá la casa. Es que cuando se decidió restaurarla se pensó primero en destinarla a la creación del Museo del Inmigrante, como estaba previsto en la Ley a través de la cual se la expropió, en el año 2006. Pero durante la marcha se cambió por el proyecto de creación del Museo de la Mujer, sancionado por Ley provincial a fines de marzo pasado.
«Cuando se empezó a trabajar de manera articulada con el Ministerio de Igualdad y Género, y con distintos sectores de la cultura santafesina, se empezó a pensar cómo se iba a utilizar la vivienda destinada a ser un espacio para la mujer y poniendo en valor la historia de Sor Josefa», dijo la directora provincial de Arquitectura e Ingeniería. Fue entonces que «se decidió agregar sectores de guardado, sanitarios exteriores, y así reforzar los dos grandes salones de exposición», explicó.
La fecha de finalización de obra está prevista para agosto de este año. «Es una obra que viene a muy buen ritmo, pese a estas dificultades que se fueron encontrando», mencionó Rossi Seluy. «También hubo que hacer otros trabajos extra, como el retiro de postes de iluminación que estaban en el frente y, como la casa estaba abandonada, antes no molestaban -explicó-. Y se hizo un minucioso y artesanal trabajo de restauración de la fachada. Para ello se buscó el material lo más parecido posible al original, para poder preservar la identidad de la vivienda».
Museo de la Mujer
De esta forma, «el gobierno de la Provincia decidió poner en valor la casa de Sor Josefa, un espacio que había sido abandonado durante mucho tiempo», afirmó la funcionaria. Y explicó que fueron «no sólo cuestiones edilicias, también sobre esa propiedad se logró sancionar una Ley que la posiciona desde un lugar distinto (Museo de la Mujer), lo que significa una victoria para la casa y para la historia de Santa Fe y de Sor Josefa», reflexionó. Todo esto le costó a la Provincia $ 180.668.454.10 de base, con un primer adicional de $ 85.003.390,83, y un segundo adicional que está a la firma del gobernador Perotti, cuyo monto deberá ser ajustado a la inflación actual.
Para la ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat, Silvina Frana, la restauración de la casa «es clave» porque «afirma nuestra identidad y reconoce la importancia que tiene este edificio para todos los santafesinos. Es una arquitectura emblemática declarada Monumento Histórico Provincial, donde habitó la primera pintora de Latinoamérica: Sor Josefa Díaz y Clucellas».
En la actualidad hay sólo dos museos de la Mujer en el país, uno en Córdoba y el otro en Buenos Aires y es de gestión privada. «Tomamos estas dos iniciativas para saber qué se había hecho y enriquecer los contenidos que se van a volcar en el nuevo Museo de la Mujer Santafesina», explicó Sol Rodríguez, directora de Capacitación en Género y Diversidad, dependiente del Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad de la Provincia.
«Queremos visibilizar el arte, la historia y la cultura de la mujer santafesina, con la posibilidad de realizar una revisión crítica de su rol protagónico en la conformación del Estado en sus tres niveles»
Sol Rodríguez, directora de Capacitación en Género y Diversidad
Los contenidos
«Si bien muchos museos y espacios culturales recogen hoy la perspectiva de género para pensar sus muestras, como un eje transversal, nos pareció importante dar lugar a un espacio cultural que logre reivindicar el espacio de las mueres en la cultura y la historia de la provincia de Santa Fe, y nos pareció que el lugar adecuado para ello era la casa de Sor Josefa», dijo Rodríguez, «porque ella transgredió cierto orden de género, al ser la primera pintora latinoamericana con firma propia, y su casa fue el espacio en el que construyó su obra, cuya temática fue el paisaje ribereño y cotidiano».
«Queremos visibilizar el arte, la historia y la cultura de la mujer santafesina, con la posibilidad de realizar una revisión crítica de su rol protagónico en la conformación del Estado en sus tres niveles», detalló Rodríguez, que es profesora de Historia con una maestría en Género y un doctorado en Ciencias Sociales, y tiene a su cargo la elaboración de los contenidos del futuro museo. «Queremos contar con un espacio propio para que las artistas e intelectuales santafesinas tengan un lugar en el cual trabajar».
En concreto, el espacio «no fue pensado como un museo que vaya a exponer una colección estable, sino que será un espacio que aloje diferentes expresiones artísticas e intelectuales, con un espacio de estudio, encuentro, lectura y propuestas digitales de exposición», dijo Rodríguez, y agregó: «Queremos recuperar ese gesto de vital importancia que consiste en firmar la propia obra, un gesto de hacer algo en mi propio nombre, algo que a las mujeres nos ha costado a lo largo de la historia, porque las nuevas generaciones piensan que siempre existió pero es algo que costó mucha lucha y abrir el camino», finalizó.
