En medio de la incertidumbre generalizada por las indefiniciones electorales, el massismo decidió subir su apuesta en el clamor por una candidatura única y amenazó con la renuncia de Sergio Massa al Ministerio de Economía. La encargada de enviar el mensaje fue Cecilia Moreau y, si bien el propio Massa salió a desmentirlo internamente a las pocas horas, la advertencia quedó pendiendo sobre la cabeza de Alberto Fernández como un ultimátum durante todo el día. Faltan muy pocas horas para el Congreso del Frente Renovador, que definirá la estrategia electoral del partido, y el massismo tira con toda la artillería que le queda para poder llegar al encuentro con la garantía de que no habrá PASO. Algo que, según indican desde el círculo íntimo de la vicepresidenta, se ve poco probable.
«Es un apriete desesperado», sostuvo, enojado, un dirigente que dialoga cotidianamente con Cristina Fernández de Kirchner aunque, al igual que gran parte de la terminales del Frente de Todos, le quitó peso a la posibilidad de una ruptura. La cuenta regresiva presiona y los principales precandidatos del FdT -Wado de Pedro, por un lado, y Daniel Scioli y Agustín Rossi, por el otro- se ajustan el cinturón, conscientes de que será un viaje movido hasta el cierre de listas.
¿Renuncia Sergio Massa?
El tembladeral comenzó con tres palabras: «No lo descarto», aseguró la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, cuando en radio La Red le consultaron por la posibilidad de una renuncia de Sergio Massa. Y, así, fue encadenando críticas contra «los cocoritos» que pululan reclamando PASO «cuando la estabilidad económica está en juego». Abonando la teoría que sostiene Sergio Massa de que una interna podría llevar a una corrida desestabilizadora, Moreau reprochó: «A Sergio lo veo muy cansando de tanta presión, de tanto esfuerzo, y la incomprensión que hay por parte de algunos dirigentes de nuestro espacio político de no entender que hoy la cosa pasa por otro lado. Lo veo con un nivel de hartazgo importante».
El dardo de Moreau estaba dirigido, fundamentalmente, a Daniel Scioli y Agustín Rossi, pero se inscribe en la campaña de presión que el massismo viene encarando hace semanas para que el presidente deje de incentivar las PASO como herramienta para dirimir las candidaturas presidenciales. Ya el ministro de Transporte, Diego Giuliano, había condicionado la continuidad del Frente Renovador (FR) en el FdT hace unos días. Se intentó instalar, a su vez, que Massa y CFK estaban pensando en romper el FdT y armar, juntos, un nuevo frente llamado «Unidad Renovadora». La acumulación de estas señales despertaron las alarmas en el peronismo, y más de uno salió a responder.
«La amenaza de Massa con un golpe económico por una rencilla electoral revela su verdadera faz ¿Hartazgo? Harto está el país con quienes juraron desempeñarse con lealtad y patriotismo y lo hacen con deslealtad y oportunismo», disparó el líder del MTE (y precandidato presidencial), Juan Grabois, pocas horas después de los comentarios de Moreau. La situación fue escalando al punto que el propio Massa tuvo que salir a calmar las aguas, temeroso de que los rumores sobre una renuncia agitaran el mercado cambiario. ¿Cómo lo hizo? A través de un mensaje interno que llegó al grupo de WhatsApp del Ministerio de Economía: «Ningún funcionario del Ministerio opina de política, ¿está claro?», envió.
La unidad del Frente de Todos
Más allá de la pirotecnia, que tiene como objetivo mostrar músculo en el marco de las negociaciones por las candidaturas, en el massismo reconocen que no está realmente en peligro la unidad del FdT. «Es todo fuego de artificio hasta el Congreso», admitió un dirigente bonaerense del FR. El Congreso partidario, que se realizará el sábado por la tarde en el DirecTv Arena de Tortuguitas, cumplirá varias funciones. En primer lugar, la formal: los consejeros que integran el FR deberán definir las alianzas de cara a las elecciones y, con este movimiento, ratificar (o no) su pertenencia al FdT.
Habrá cerca de 12 mil participantes (entre militantes y dirigentes) y se espera, además, que muchos pidan por la candidatura de Massa. Luego, a las 17, un gran acto de cierre (público) en el que Massa le hablará a la multitud. Allí se especula con que el ministro de Economía volverá a insistir con que «para que haya orden económico tiene que haber orden político» y ratificará la necesidad de una candidatura de consenso para que el frente pueda ser competitivo. Habrá, además, un movimiento para posicionarse como presidenciable: enumerará las políticas de alivio fiscal que encabezó, así como su rol de negociador con el FMI y de cazador de reservas en China.
La definición del candidato
En el FdT están preparados. Saben que Massa «se muere de ganas» de ser candidato, pero que, en última instancia, su última bala será presionar para que no haya internas. En el kirchnerismo la mayoría coincide, aunque aún están a la espera de lo que defina su líder política. CFK preferiría evitar una PASO, pero quienes la frecuentan saben que la vice tiene todavía muy presente la salida de Florencio Randazzo en 2015. «El drama es cómo bajarlo a Scioli y que no se convierta en Randazzo«, deslizó un dirigente cristinista.
Eduardo «Wado» de Pedro, tiene, en cambio, una mirada distinta al resto del cristinismo. El candidato bendecido por CFK para salir y jugar viene encabezando, hace semanas, un frenesí de reuniones y actos para sumar adhesiones a su proyecto político. El viernes, por ejemplo, participó de una jornada para «jóvenes bancarios» organizada por el secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo. El ministro de Interior todavía no tiene mucho nivel de conocimiento, por lo que una PASO – en el caso de ganar – podría hacer que salgo fortalecido.
En su bunker de campaña circula, hace horas, una encuesta de la consultora Aresco que muestra que sumó cinco puntos en el último mes y que, en un escenario de interna con Daniel Scioli, le ganaría por unos pocos puntos. El sondeo, según el cual JxC saldría en primer lugar, le da a De Pedro una intención de voto del 15,8 por ciento y a Scioli una del 11,6 por ciento.
Los que empujan las PASO
«Ellos creen que siguen teniendo el dedo mágico de alguien que va a decidir quién tiene que ser el candidato a presidente», atizó, por otro lado, el ministro de Seguridad, Anibal Fernández, apuntando contra los gobernadores peronistas y el FR por su exigencia de conformar una lista única. Aníbal Fernández es apoderado de Daniel Scioli y es uno de los muchos ministros «albertistas» que viene respaldando su candidatura y alianza política con Victoria Tolosa Paz.
El propio Scioli, incluso, salió a defender la necesidad de ir a una interna mientras Cecilia Moreau sostenía que su candidatura «le hace daño a la Argentina». «Yo estoy enfocado y convencido de que la mejor manera de encarar un proceso de fortalecimiento de orden económico y político son las PASO», sostuvo el embajador en Brasil, apropiándose del reclamo massista del «orden político y económico», y agregó: «En la democracia, el orden político surge de la decisión de la gente y eso lo garantiza la democracia en las PASO».