Sin la presencia de un funcionario nacional, los discursos apuntaron contra la discriminación del gobierno hacia las provincias. Exigieron medidas para atender la “dramática” situación de los productores afectados por la sequía.
El precio de $148.000 por tonelada al que se vendió el primer lote de soja de la campaña 2022/23 fue sólo el adorno final de un evento cargado de reclamos y tensión política. Sucede todos los años, pero esta vez la campaña electoral en marcha justificó una intensidad mayor.
En el tradicional remate, que tuvo lugar este jueves 20 de abril en el recinto del mercado de granos de la Bolsa de Comercio de Rosario, hicieron uso de la palabra el presidente de entidad bursátil Miguel Simioni, el intendente Pablo Javkin, el ministro de la producción Daniel Costamagna y el gobernador Omar Perotti.
La inasistencia de una autoridad nacional en la ceremonia protocolar de la principal actividad generadora de divisas para el país fue muy elocuente. Y es botón de muestra para comprender el común denominador de los planteos frente al micrófono: la necesidad de reconocer al sector agropecuario y terminar con la discriminación hacia el interior del país.
Reclamos en loop
«No son tiempos para seguir improvisando con anuncios o medidas descoordinadas, que sólo funcionan como parches cuando se necesitan divisas. Prueba de esto es el reciente programa de estímulo a las exportaciones conocido como dólar soja 3», bramó Simioni al abrir la lista de oradores.
El dirigente consideró que si bien en su primera edición fue un mecanismo válido para recomponer reservas del tesoro, luego «se transformó en una herramienta periódica de intervención de los mercados» que implicó «pérdida de transparencia en el proceso de formación de precios, distorsiones y asimetrías hacia el interior de toda la cadena de producción».
Como cada año, el atril en el remate del primer lote de soja emana reclamos estructurales. Esta vez, Simioni advirtió: «no queremos repetir los mismos planteos y reclamos año tras año». Y aludió a la displicencia con que se comportan desde el gobierno central, al indicar que «el diálogo debe traducirse en acciones concretas». Sobre todo en la actual coyuntura, «que día a día empuja a más ciudadanos a la marginalidad y la pobreza. Y esto es aún más relevante en un año electoral. Como dirigentes y ciudadanos no queremos más diagnósticos y promesas».
Valor agro
A su turno, el ministro Costamagna, quien se presentó como cuarta generación de productores agropecuarios, sostuvo: «ver al campo sólo como generador de divisas excluye muchos matices que no se tienen en cuenta y que son consecuencia del esfuerzo, el trabajo, la convicción y el amor a la tierra; en la medida que no se interprete esto, difícilmente sean acertadas las políticas que se tomen».
El funcionario remarcó que la actividad genera arraigo e inclusión. Pero cuando se entorpece «empieza el problema», al que definió como «las migraciones a las grandes ciudades, donde no siempre se contiene a esos jóvenes».
Al respecto, señaló la injusticia -en la peor campaña en décadas a causa de la sequía- que implica la circular 7720 del BCRA, que impide acceder a créditos con subsidio de tasa a los productores que conservan en su poder parte de la cosecha. «Nos duele mucho», dijo, y relató que charlaron sobre el tema con los presidentes de las bolsas y anticipó: «vamos a ir a fondo» en el reclamo para revertir la medida, «porque dilapida el esfuerzo de la gente».
Y sobre el final planteó: «con una mirada distinta, desde el interior, (Argentina) seguramente sería otro país».
Unitarios de hecho
En la misma línea, el intendente Javkin remarcó las injusticias que genera el centralismo oficial y propuso incluir la cuestión en la discusión política este año. «Estamos presentes gran parte de quienes vamos a protagonizar el debate electoral», dijo, por lo que propuso: «Argentina se juega su futuro en definir de una vez si asocia su modelo de desarrollo al lugar donde se genera la riqueza por encima de donde hoy se distribuye».
El mandatario local planteó que la mirada errada deriva en «esa macrocefalia concentradora de pobreza y falta de derechos, en la que se ha convertido los alrededores de la ciudad de Buenos Aires».
Ese centralismo político, «que se lleva los recursos de la Argentina», se trasluce hoy en impulsar inversiones millonarias en el Canal Magdalena «mientras queda paralizada la Hidrovía». Situación, advirtió, que «nos lleva casi a la discusión originaria de nuestro esquema constitucional».
Y recordó: «este país nació desde el interior hasta el centro». Por ello consideró que «sólo volverá a tener desarrollo, estabilidad de su moneda, inclusión y movilidad ascendente si vuelve a desarrollarse desde el interior hacia el centro».
Por lo tanto, para el rosarino «o el interior de la Argentina sale a discutir el motor de desarrollo del país o este país será un conjunto acumulado de frustraciones en su desarrollo como lo es hasta hoy».
Más federal
Finalmente, habló el gobernador Perotti. «Deseamos que se tenga con el sector una consideración, una mirada diferente», reclamó. «Necesitamos que el grueso de los argentinos comprenda que este sector necesita acompañamiento».
En ese sentido, planteó no sólo una ayuda en la coyuntura para volver a trabajar tras los quebrantos que deja la sequía, sino de «analizar estratégicamente el potencial del sector y que con esta presión impositiva no vamos a ningún lado». Por ello pidió una reducción progresiva de retenciones y estimular la producción.
«Ojalá tengamos en este proceso electoral esta discusión puesta sobre la mesa», propuso el mandatario provincial. Así como «la necesidad de un cambio de políticas impositivas que incentiven al sector».
Y abogó por «una mirada mucho más federal», para que no se sienta «esa brecha enorme, esa desigualdad» que implica un mayor costo para vivir y producir en el interior (luz, gas, combustible, transporte).
Entre sus últimos conceptos, Perotti afirmó: «vamos a seguir con nuestros reclamos a la Nación», entre ellos la comprensión del productor agropecuario que se traduzca «en la rapidez con que un trámite se realiza, en la posibilidad de que lo dicho esté muy cerca de lo que se puede hacer; que no tengamos anuncios que después se diluyan».
