El adolescente de 16 años recibió un balazo por la espalda el martes 18 de abril, durante una persecución policial en Comodoro Rivadavia.
La familia de un adolescente que murió este miércoles tras estar en terapia intensiva y con daño cerebral desde el martes 18 de abril culpó a un oficial de la Policía de Chubut por el crimen del joven, que recibió un disparo en la nuca durante una persecución en Comodoro Rivadavia.
La versión de fuentes policiales es que el adolescente había sido encontrado «herido de arma de fuego y consciente» en el pasaje «Las Rosas» del barrio San Martín de Comodoro Rivadavia. Pero no se dieron más detalles sobre cómo llegó ahí ni quién le disparó.
A poco de empezar a investigar el fiscal general de la provincia de Chubut, Juan Carlos Caperochipi, reconoció en rueda de prensa que «los hechos fueron muy diferentes» al relatado por los efectivos que intervinieron.
Para empezar, el joven murió tras recibir un impacto de bala a la altura de la nuca, con salida por la clavícula.
Según el Ministerio Público Fiscal, de acuerdo con los testimonios recogidos por los propios vecinos el adolescente fue perseguido y baleado por la espalda por efectivos policiales, lo que alimentó la figura de «gatillo fácil».
En redes sociales la madre del adolescente hizo un pedido de colaboración días atrás presentándose públicamente como «Cristina Cárdenas, la mamá de Lautaro Labbe».
«Yo recibí el domingo a la madrugada (de la semana pasada) una llamada que decía que mi hijo lo encontró la policía tirado y desangrando en el barrio San Martín» , relató la mujer.
«La Policía intervino con falsas declaraciones, siendo ellos los autores del hecho porque recibió un balazo en la cabeza y rogamos que se siga investigando para que salte todo a la luz», expresó Cárdenas ante lo que pareciera ser un caso de «Gatillo fácil».
Mientras tanto, la Policía de Chubut dispuso la desafectación preventiva de los cuatro suboficiales de la seccional séptima que intervinieron en el hecho.
Según informaron fuentes de la fiscalía a Télam, los suboficiales involucrados no fueron detenidos ya que se esperaban más evidencia para exponer en la audiencia de apertura de investigación y también la declaración de la propia víctima, que nunca se produjo.
El fallecimiento del menor agrava la situación de los policías, particularmente de uno que es al que se considera autor del disparo mortal.