El exfutbolista viajó a Estados Unidos para ver a sus hijos durante 10 días, pero la estrella musical se mostró implacable con el acuerdo de divorcio.
El exfutbolista del Barcelona, Gerard Piqué, viene de pasar unos días de descanso en Dubái, junto a su novia Clara Chía Martí. Pero no todo es placer en la vida y, a su regreso, debió viajar a Miami a verle la cara nuevamente a su expareja Shakira.
Por supuesto, el español se trasladó hacia los Estados Unidos con total emoción por volver a ver a sus hijos Milan y Sasha, pero sabiendo que el trato con su exmujer sigue siendo tenso.
Una vez en el aeropuerto estadounidense, el exdefensor se mostró con cara de pocos amigos, a pesar de la cantidad de personas que estaban a la espera de pedirle un autógrafo o una foto. De hecho, se retiró en silencio y evitó cualquier tipo de contacto con la prensa.
Lo cierto es que su plan de pasar 10 días corridos con los niños, tal como estipula el acuerdo de divorcio, no será posible, debido a que la cantante colombiana consideró que hubo dos días en el mes que los pequeños ya habían pasado tiempo con su papá. Sucede que, tanto el 1 como el 2 de abril, los hijos de ambos estuvieron con Piqué, razón por la cual, al exfutbolista sólo le corresponden 8 días en lo que resta del mes, completando los 10 días del trato legal.
«Shakira le ha puesto las cosas bastante difíciles», indicaron en el programa español Mamarazzis, al mismo tiempo que detallaron que el arreglo del tiempo compartido con los niños es un 70 por ciento para Shakira y un 30 para Piqué.
Ante esta circunstancia, la prensa asegura que el empresario estaría analizando una alternativa que le permita pasar más tiempo con Milan y Sasha. Uno de los rumores que más resuena es que Gerard compraría una propiedad en Miami, donde pudiese fijar su residencia, al menos, de tipo part-time.
Esto no sólo le abriría las puertas a una relación más fluida con sus hijos sino que, además, daría por caducado el acuerdo judicial rubricado a fines de 2022, donde se establece el porcentaje de tiempo antes mencionado, pudiendo ser reemplazado por una custodia compartida.